Por David López – La fotografía analógica tiene algo especial, no se si el misterio de no ver la fotografía, la simplicidad de las cámaras o lo complejo de ese momento de medir la luz, saber bien donde hacerlo y hacerle caso o no a la medición. En este vídeo voy a usar una pieza especial, una pieza que tengo en mi colección y a la que le tengo un especial aprecio. Se trata de una Rolleiflex K4/50, una cámara de medio formato, que lleva película 120 y data de finales de los 40 principios de los 50.
Fabricada en al Alemania de post guerra, la cámara monta dos lentes. Una de ellas (la superior) es la que se refleja en un espejo interior y muestra el encuadre, eso sí, en la pantalla se muestra todo invertido y no resulta fácil encuadrar con este tipo de cámaras. La lente inferior es la importante, la que toma la imagen y en la que se esconde el obturador central. La lente esta firmada por Carl Zeiss, es una Jenna Tessar de 75mm y luminosidad 3,5m.
Una particularidad de estas cámaras es la ausencia de fotometro, por lo que la medición de luz debemos hacer nosotros mismos, u apoyarnos en una guía de condiciones de luz que viene en el respaldo. Esto era posible gracias al gran rango dinámico de la película analógica.
Más sobre Rolleiflex
Rolleiflex es el nombre de una línea de cámaras de fotos de gran renombre fabricadas por la empresa alemana Rollei. El nombre «Rolleiflex» es comúnmente utilizado para referirse a la principal línea de cámaras Rollei de cámara réflex de objetivos gemelos (o TLR, Twin-Lens Reflex) de formato medio (durante algunas décadas existía una línea intermedia para fotógrafos aficionados llamada Rolleicord).
Sin embargo, una variedad de TLRs y SLRs en formatos medianos, 35 mm, y digital se han fabricado bajo la marca Rolleiflex. La serie Rolleiflex se vende y se comercializa para fotógrafos profesionales. Las cámaras Rolleiflex usan los formatos de película 117 (Original Rolleiflex), 120 (Standard, Automat, Letter Models, Rollei-Magic, y T model), y 127 (Baby Rolleiflex).